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El hombre de nieve… y la realidad de las cosas


“Era una tarde de frío invierno, ella con lágrimas en los ojos le suplicaba desde aquel gélido piso, un cambio en su casi sentenciada decisión, a él el hielo lo ensordeció despojándolo de sentimiento y piedad, y aquella niñita, con invadido y desconocido terror, de lejos a escondidas lo miraba, sabía internamente que sería la última vez que lo vería, no lo aceptaba pero lo vio desvanecerse en el tiempo.”



Una decisión, una acción, a veces puede tener poca relevancia en tu vida, y otras puede cambiarle la vida a las personas que te rodean, muchas veces no nos damos cuenta que nuestras acciones no sólo influirán en nuestra vida, sino que también puede tocar la de otros… trastocarla inclusive. Hay personas que simplemente no nacieron para ser algo, que por más que lo intenten no lo lograrán, y lo peor de todo es que casi siempre lo ignoran.

En estos últimos días, veo con más frecuencia, en la televisión, en la radio, en las noticias y en las calles, como las familias están desunidas, ya es común decir “Sólo vivo con mi mama” o “Jamás conocí a mi padre o madre”, o niños que crían niños, totalmente solos y abandonados, y es esta situación que me hizo pensar en las víctimas más latientes de esta situación… los niños. Es tan difícil entender, como un niño que estaría en edad de que su única preocupación fuera el que jugaré mañana, tenga que salir a las calles por un poco de pan, abrigo o por unas cuantas monedas, que a veces hemos negado en la estación de un bus. Y sí, es esa nuestra realidad actual, hay niños solos que en este mundo se ganan la vida, porque un padre o una madre, un mal día decidió abandonarlos. Pero ese no es el único problema, que será de aquel niño mañana? Que será de el cuando sea mayor? Algo esta claro, esta sociedad y los seres humanos fuimos creados con el natural deseo de ser amados y dar amor, la base de ello es una buena familia conformada por Papá, Mamá e Hijo, y no por gusto. Entendiendo un poco la psicología humana, aquel hijo encontrará un balance entre sus padres, aprenderá un poco de él, entenderá un poco de ella, y si uno de los dos faltase en su vida, tendría entonces una vida sin balance? Habría alguna repercusión en su futuro? Se dañarían sus emociones? Se le arruinaría la forma de ver la vida? Que serían de sus ilusiones y alegrías? Cargaría con algún trauma que jamás quisiera aceptar? Botaría lagrimas en el día que viera una familia pasar? Cuando se le cruzara entre los ojos un padre abrazando con tierno cariño a su hija? Una madre regalando un beso de amor a su hijo? Se le arrugaría el corazón al imaginar lo que nunca fue ni pudo ser?

Y en estos tiempos, tristemente esta situación ya no compete a un solo tipo de sociedad, la que generalmente nos viene primero a la mente, sino que es tan común, que ahora podemos encontrar niños abandonados en todas las sociedades, en un castillo de cristal o en una cajita de madera, desde el más rico hasta el más pobre, aspecto el cual obviamente no es trascendental, pero de todas formas impacta. Si por cariño natural una leona jamás abandonaría a su cachorro, como es posible que un ser humano pensante y pudiente lo haga con tal desparpajo? Es aquí donde viene mi inicial reflexión, hay seres humanos que simplemente no nacieron para ser padres, pues tal vez por un temor personal, por aquella crasa decisión, no notaron que arruinaron la vida de un ser que recién comenzaba a vivir, de aquel niño que esperaba coger la mano de su padre, que tan solo lo mirara, que tan solo lo amara.

Y que será de ese adulto mañana? Es obvio, y como dijo un aclamado Psicólogo-Escritor, la raíz de todos los problemas que tenemos en este mundo es una sola, la falta de amor nacido por el gran egoísmo que nos corroe, lo cual desdichadamente desembocará en una cadena de jamás acabar. Es imposible y fantasioso pensar que por fuerzas humanas, desde mañana ya no habrán niños abandonados, ni familias disfuncionales, pero al menos entre los pocos cuerdos que quedamos aún, algo podemos hacer. Si vieras a un pobre, que le darías un pescado? O le enseñarías a pescar? Un daño emocional, es el dolor más grande que puede haber, inclusive puede ser más fuerte que el dolor físico, por lo tanto, sea la decisión que tomes en esta vida, el camino que quieras tomar, sólo tomate un segundo y ponte a pensar, para evitar mañana “en las caras de ancianos, pedazos de niño”.




Pérdida

Te entregué todo mi sentir,
te presté mi felicidad y
luego sin saber te la regalé,
creyendo compartirla,
simplemente la tomaste toda para ti,
me dejaste sin aire,
sin risa y sin vivir,
todo era factible al verte sonreír.

Pero tu tiempo ya acabó,
así que robé mi propio aire,
mi propia felicidad
y mi propia vida,
tuviste un tesoro en tus manos,
que nunca supiste apreciar,
pero cual arena la dejaste volar,
sin anunciado ni posible retornar.