Siempre tuve la afición de expurgar el alma mediante palabras, y es que la escritura fue uno de mis mejores aliados.
Si por tan solo hilvanar palabras con sentimiento, por darle al corazón entendimiento, y algo de color y voz al dolor, del continuo preguntar del porque será que los mejores poemas salen de los peores momentos?
De los recónditos dolores de ahí dentro?
Y sí, llámenme... poeta.
Es este entonces el inicio...